¿Qué es la psicología positiva?
La psicología positiva, como veremos, es una disciplina científica con estudios e investigación.
No debemos confundirla con las típicas frases motivacionales, que están de “moda” y pueden perjudicar y hacer sentir culpable principalmente.
La psicología desde un enfoque tradicional o general, está basado en el estudio de las patologías, como el estrés, la ansiedad, la depresión, etc. que son las más investigadas (fuente: psycinfo), y en cómo elaborar tratamientos clínicos. Es decir, la mayoría de estudios están enfocados en las emociones negativas, como el miedo, la tristeza o la ira.
Sin embargo, la psicología positiva, se centra en el estudio científico de las emociones positivas como son la motivación, optimismo, resiliencia, el bienestar, la satisfacción, la felicidad, el disfrute… tan importantes como todas las demás emociones.
¿Cómo se realizan las investigaciones?
En la psicología positiva, las investigaciones se realizan con población “no clínica”, es decir personas que no tienen patologías.
Martin Seligman, es el “padre” de la psicología positiva desde los últimos 20 años. Él se ha encargado de estudiar los procesos mentales que influyen en las emociones positivas como el bienestar o la felicidad.
Según Seligman y otros autores, las personas optimistas o pesimistas se diferencian en cuanto de estables o inestables son los sucesos que nos ocurren, cuantas áreas de nuestra vida están afectadas por nuestra “suerte” y por cuánto nos consideramos responsables de lo que nos sucede.
¿Quién introdujo la psicología positiva?
No debemos olvidar, que si remontamos aproximadamente a 1930 muchos psicólogos ya estudiaron las diferentes emociones positivas y no se centraron solamente en las patologías.
Abraham Maslow, nos introdujo su pirámide de necesidades. Carl Rogers con las teorías del aprendizaje y motivación para conseguir nuestros propios objetivos. Eric Fromm con la satisfacción de los deseos. Y así un largo etc.
Muchas de las investigaciones en psicología positiva se han realizado en el ámbito deportivo. La autopercepción que tenemos de uno mismo para conseguir ciertos objetivos. Las relaciones con otras personas miembros de nuestro equipo. La autonomía para tomar decisiones, individuales y conjuntas. Tener un propósito claro en la vida. Son factores importantes en el estudio de las emociones positivas.
Por último, podemos aprender a potenciar algunas habilidades sociales que nos permitan fluir en circunstancias en las que todavía no lo sabemos hacer. Puedes mejorar en estas habilidades consultando a un profesional de la psicología para que te guíe en el proceso. Si quieres, no dudes en consultarme en www.evadiezpsicologia.es
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