Según el psicólogo John Stacy Adams, la satisfacción laboral es un proceso de comparación social donde se tiene en cuenta el esfuerzo que ponemos y los resultados que obtenemos, y los comparamos con los demás. ¿Te parecen estas situaciones injustas?
Tenemos tres situaciones principales:
1ª
La primera situación es la más idónea, mis esfuerzos y resultados son los mismos que consiguen los demás, es decir lo que invierto y obtengo es lo mismo que invierten y obtienen mis compañeros. A esto le llamaremos “Equidad”.
2ª
La segunda situación hace sentir que mis esfuerzos son muy grandes y estoy obteniendo unos resultados inferiores a otros compañeros, demasiado esfuerzo para tan poca recompensa.
Se llama “Inequidad por compensación insuficiente”.
Por ejemplo, le dedicas muchas más horas, no te sientes valorado o reconocido emocionalmente, o incluso tu salario es inferior al resto haciendo el mismo trabajo.
3ª
Por tercera y última situación, con muy poco esfuerzo y dedicación por mi parte, consigo mucha recompensa. Me doy cuenta si comparo mis resultados con las personas de alrededor. Mis beneficios son mayores y desproporcionados en comparación a lo que consiguen ellos. Esto se llama “Inequidad por compensación excesiva”.
Felicitaciones, elogios, aumentos de sueldo, incentivos, beneficios con los horarios, mientras a mis compañeros no les conceden tal privilegio.
No es necesario que sea real, también puede ser percibido, y lo que es percibido como real, es real en sus consecuencias.
¿Cómo lo solucionamos?
En el caso de compensación insuficiente, hay muchas opciones, primera siempre será el diálogo y exponer el malestar con buenos argumentos, a quien corresponda. Si no obtenemos resultado, al final lo más rápido fácil y sencillo es abandonar la situación porque es lo que menos costes lleva.
Ya sea cambiar de trabajo, de equipo deportivo, terminar una relación etc… sirve para muchas situaciones, aunque no significa que es la actuación más adecuada.
En el caso de compensación excesiva, tener en cuenta la situación de los demás y ofrecer el apoyo que necesitan sería lo ideal, aunque no siempre actuamos así.
¿Ahora qué piensas? ¿Te parecen estas situaciones injustas?
¡Hagamos lo que mejor nos haga sentir según nuestros propios valores!
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